Muros coloridos o casas pintadas de blanco, puertas altas y ventanas de madera – el período Colonial dejó a los pueblitos de Colombia con una bella herencia arquitectónica. En el patio interior de las casas, colibrís y mariposas vuelan alrededor de las flores. Las fuentes te transportan a un ambiente relajante. Disfruta de este encantador ambiente en uno de los múltiples hoteles “boutique”.
Desde Villa de Leyva, Guatavita o Monguí, puedes hacer caminatas siguiendo las huellas de los Muiscas. Descubre las lagunas sagradas de los indígenas y bucea en la leyenda de “El Dorado”.
Escogida como el pueblo más bonito de Colombia, Barichara reluce con casas blancas, buganvillas amarillas, rojas y moradas. Aquí, sobre una meseta en la Cordillera Oriental, muchas mentes creativas disfrutan de un clima cálido. Entra en los estudios de los artistas y observa cómo trabajan los pintores, alfareros y escultores.
Otro consejo privilegiado es San Vícente del Chucurí. Un pequeño pueblo en el norte de Santander. Allí colaboramos con una granja de cacao orgánico, donde puedes pasar un día y producir tu propio chocolate.
En medio del Río Magdalena, encontrarás Mompox sobre un pantano, una joya escondida. Llegar hasta aquí es un poco extenuante, pero el viaje merece la pena. Aquí es donde el Nobel Gabriel García Márquez se inspiró para escribir su obra más laureada “Cien años de soledad”.
Descubre los pueblos coloniales de Colombia, ¡encantadores y auténticos!